GAFAS
Son un elemento de protección imprescindible y nos libra de multitud de accidentes. Un insecto que se nos meta en un ojo puede acabar en accidente; y una rama que nos golpee el globo ocular, amén de fastidiarnos la jornada, puede llevarnos a urgencias. Eso por no hablar de los reflejos cuando el sol sale o se pone, o del polvo o barro que nuestros ojos deben padecer. Algo similar ocurre cuando llueve. Cuando llueve y no llevamos gafas, vamos con los ojos medio cerrados, con el consiguiente peligro de reducir nuestro campo de visión. Es algo instintivo que no podemos evitar. Por todos estos motivos, la elección de una gafa acorde a nuestras necesidades, presupuesto y características físicas, es vital para evitar riesgos innecesarios.